Estas flores, que son 100% naturales, han sido sometidas a un proceso de conservación que les permite mantener su aspecto y belleza original durante mucho tiempo.

Para preservar las flores, estas se cortan en su momento de mayor belleza y seguidamente se someten al proceso de conservación. La flor absorbe el líquido preservante a base de glicerina a través del tallo hasta que la totalidad de la savia queda sustituida por el mismo.